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Soy Anaí y tengo 6 añitos, mi mamá y mi papá dijeron que íbamos a ir a Estados Unidos.

Mi papi yo, íbamos a llegar primero y mi mamá nos alcanzaría después.

Caminamos y me cansé, pero papi me cargaba y decía que pronto llegaríamos, tenía mucha hambre y no tenía fuerzas para seguir.

Por fin llegamos a un río, pero de pronto se escuchaba una sirena sonando, así que papi pasó primero y le dijo a una señora que me cargara y me dijo “Si la policía pregunta decile que es tu mamá”.

Mi papi logró pasar el río, pero a mí me dejó en brazos de la señora que no conocía.

Le hice caso a papi y cuando todos preguntaban yo decía que la señora era mi mamá y ella me dijo que dijera otro nombre, la señora desconocida mostraba mi partida de nacimiento y unos papeles que decían que era mi mamá, pero no era cierto.

La señora no me conocía, no sabía si tenía hambre o frío, no tenía la confianza de hablarle a la desconocida, pero no iba a desobedecer a papi, pero en realidad yo tenía mucho miedo todo el tiempo.

Vi a muchas personas y de pronto dijeron que estábamos de regreso en Guatemala, una señora muy linda se acercó a mí y se notó que algo raro pasaba y me preguntó si la señora desconocida era mi mami y que no tuviera miedo de decirle la verdad y le conté lo que sucedió.

Me llevaron a un albergue y me dijeron que encontrarían a mi mami para regresar con ella, pero tengo miedo de que no la encuentren.